El verdadero evangelio

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Blog
  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios

Por Alfonso Ortiz

El verdadero evangelio no es simplemente una serie de doctrinas, enseñanzas o dogmas. En realidad, el evangelio es una persona: Jesucristo . Todo lo que hemos recibido por gracia se resume en Su venida, Su muerte y Su resurrección. La gracia no es un concepto abstracto, sino que se manifiesta en todo lo que hemos recibido en Cristo a través de su sacrificio. Estar en el evangelio es sinónimo de estar en Cristo ,y es la clave para disfrutar de los beneficios de Su obra redentora. Sin embargo, es aún más importante entender que no fuimos nosotros quienes tomamos la decisión de estar en Cristo , sino que fue Dios quien soberanamente nos puso en Él antes de la fundación del mundo .

Pablo nos recuerda en Efesios 1:4-5 que Dios «nos escogió en Él antes de la fundación del mundo» , mostrándonos que nuestro lugar en Cristo es el resultado de su plan eterno, no de nuestro libre albedrío . Antes de que hiciéramos algo, bueno o malo, Dios ya había decidido adoptarnos como sus hijos por medio de Jesucristo. Esto significa que nuestra posición en Cristo y nuestra salvación no depende de nuestros esfuerzos ni de nuestras decisiones humanas, sino de la gracia soberana de Dios .

En Romanos 8:29-30, Pablo refuerza esta idea al decir que “a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo” . De nuevo, vemos que es Dios quien toma la iniciativa, quien nos llama, justifica y glorifica en Cristo. No somos nosotros quienes lo elegimos a Él, sino que Él nos eligió primero (Juan 15:16). Todo esto nos lleva a la profunda verdad de que nuestra salvación y nuestra permanencia en Cristo son actos soberanos de Dios, y no el resultado de nuestra capacidad para elegirlo o mantenernos firmes.

Además, en Juan 6:44, Jesús nos enseña que “nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” . Esto deja claro que nuestro encuentro con Cristo es un acto del Padre, que nos atrae hacia su Hijo. No podemos atribuirnos mérito alguno por haber llegado a la fe; es Dios quien nos ha llamado y nos ha permitido conocer y estar en Cristo. Es su voluntad y su gracia lo que nos da el acceso a esta salvación.

El evangelio, entonces, es la buena noticia de Jesucristo , el Mesías prometido, que vino para salvarnos. Como escribe Pablo en 1 Corintios 15:3-4, “Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día” . Esta es la esencia del evangelio: Cristo mismo es el centro de nuestra fe, y su obra completa es la base de nuestra salvación.

Finalmente, estar en Cristo significa que hemos sido hechos nuevas criaturas (2 Corintios 5:17). Ya no vivimos para nosotros mismos, sino que nuestra vida está escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3:3). Todo lo que somos y todo lo que recibimos es por Su gracia , no por nuestras obras. Efesios 2:8-9 deja esto claro: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” . Esta verdad nos libera de la carga de intentar ganarnos el favor de Dios, porque entendemos que su gracia es un regalo inmerecido .

Por lo tanto, el verdadero evangelio es Cristo mismo , y estar en Cristo es vivir en la plenitud de su gracia. Esta relación con Él no es algo que nosotros hayamos iniciado, sino un acto soberano de Dios que nos llamó, nos justificó y nos glorificará en el tiempo perfecto. La gracia nos asegura que, aunque no lo merecemos, hemos sido puestos en Cristo y guardados en su amor eterno.

Deja una respuesta