Por Alfonso Ortiz
Colaborador de Jesucristo
Hoy en día muchas personas de diferentes grupos religiosos afirman que tienen la mente de Cristo pero cuando uno analiza las diferentes doctrinas de esas denominaciones encontramos grandes diferencias en la manera de pensar de sus fundadores y líderes.
La afirmación «Nosotros tenemos la mente de Cristo» se encuentra en la Primera Epístola a los Corintios en el Nuevo Testamento de la Biblia, específicamente en 1 Corintios 2:16 (NVI): «Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo». Esta declaración es atribuida a Pablo de Tarso, un importante líder cristiano y apóstol quien fue el que también dijo yo como perito arquitecto pongo el fundamento el cual es Cristo resucitado, por lo tanto es de suma importancia estudiar a profundidad que significa tener la mente de Cristo.
Para analizar esta afirmación y su significado, se pueden considerar varios aspectos:
Es importante considerar el contexto histórico y religioso en el que Pablo escribió estas palabras. ¿Cuál era la situación de los primeros cristianos en Corinto? ¿Qué desafíos enfrentaban? ¿Cómo estas palabras podrían haber sido relevantes para ellos en ese momento?
La Ciudad de Corinto era una ciudad próspera y habitada por personas de diferentes culturas, tradiciones, religiones e idiomas distintos, filosofías y creencias en el mundo antiguo, situada en Grecia. Era un importante centro comercial y cultural, pero también conocida por su inmoralidad y pluralismo religioso. La iglesia en Corinto estaba compuesta por creyentes convertidos del paganismo, y como resultado, había conflictos y divisiones dentro de la comunidad. Los corintios enfrentaban desafíos éticos y doctrinales, y también estaban influenciados por la sabiduría filosófica y la retórica sofista que exaltaban la sabiduría humana y el conocimiento intelectual.
Además en esta ciudad existían una gran variedad de cultos a las deidades griegas, el culto imperial romano y diversas religiones místicas y orientales en la mayoría de ellas la sabiduría era muy importante. Los corintios estaban familiarizados con las ideas filosóficas de su tiempo y estaban influenciados por las disputas filosóficas y retóricas que tenían lugar en su comunidad.
En este contexto de diversidad religiosa y filosófica, la declaración de Pablo de tener «la mente de Cristo adquiere un significado teológico más profundo. Al afirmar que los creyentes tienen «la mente de Cristo», Pablo estaba haciendo una declaración audaz sobre la fuente y la naturaleza del conocimiento y la sabiduría verdadera. En contraste con las filosofías humanas y las múltiples creencias religiosas que los corintios encontraban en su entorno, Pablo destaca la importancia fundamental de la mente de Cristo como la fuente última de la verdad y entendimiento.
Pablo había crecido en el judaísmo y en cierto sentido era un hombre típico, el mejor modelo en el judaísmo. Él amaba a Dios, conocía la ley y los profetas, era irreprensible según la ley; pero no podía entender a Cristo. Él pensaba que Cristo era un impostor, así que persiguió a los discípulos, y haciendo eso pensaba que estaba sirviendo a Dios con toda sinceridad y honestidad. Pero en el camino a Damasco, el Señor se le apareció, el Señor le salió al encuentro. La primera pregunta que Saulo hizo fue: «¿Quién eres, Señor? No te conozco, quién eres?». El Señor le dijo: «Saulo, Saulo, por qué me persigues? Yo soy Jesús, a quien tú persigues».
Antes de su encuentro con Jesus resucitado camino a Damasco, Pablo teniá una mente humana, llena de filosofías y del legalismo judaico. Solo cuando fue llevado al paraiso y escucho las palabras inefables de Cristo, el evangelio eterno de la gracia revelado, fue ahi donde empezó a tener la mente de Cristo, esto lo podemos comprobar en Gálatas 1:11-12 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
Fue solo cuando Pablo escuchó las palabras que venían de la mente de Cristo cuando se activó la mente de Cristo en él.
Cristo es el verbo, es la palabra viva que vino a este mundo a revelar la verdad de Dios. El nos dio a conocer al Padre por medio de sus palabras.
Es muy importante que la mente de Cristo quedó escrita para nuestro beneficio sobre todo en las 14 cartas de Pablo, cuando escuchamos el evangelio de la gracia, las inexcrutables riquezas y sabiduría de Dios entonces se activa la fe la cual nos hace ver salvos y disfrutar de todos sus beneficios, así tener la mente de Cristo es pensar como está escrito, porque si me salgo de lo escrito es posible que la mente humana carnal entre a funcionar y peor aún hablar o confesar lo que no está escrito y nos salimos de la verdad diciendo cosas que no tienen respaldo bíblico. Mucho de lo que Jesús enseño aún en los días de su carne es parte de su forma de pensar la cual el mismo afirmaba que estaba en armonía con el Padre que estaba en El. Esto lo podemos comprobar en Juan 14:10: ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Aunque no podemos conocer todos los pensamientos específicos de Jesucristo, podemos conocer sus enseñanzas, lo que le reveló a Pablo, lo que está escrito, también su carácter y su amor, y todo esto nos da una idea de su forma de pensar y nos ayuda en nuestras vidas.
Cristo posee un entendimiento perfecto y completo de todas las cosas, tanto presentes, pasadas como futuras, la mente de Cristo activada dentro de nosotros nos permite acceder a ese conocimiento que nos capacita a reinar en vida, Los creyentes pueden usar este conocimiento para entender todos los misterios de Dios, guiar sus vidas y tomar decisiones sabias siempre creyendo que es Cristo en ellos el que los dirige.
Colosenses 2:2: para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,
La mente de Cristo está en perfecta conformidad con la voluntad de Dios Padre. Jesús mismo dijo que venía para hacer la voluntad del Padre (Juan 6:38). Por lo tanto, tener la mente de Cristo implica estar en armonía con la voluntad divina, buscando y siguiendo los propósitos y planes de Dios en todas las áreas de la vida, por eso Pablo oraba por los creyentes para conoce la voluntad de Dios, leemos en Colosenses 1:9: Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
Jesucristo siempre se propuso a que nos amaramos y que el amor es parte de la naturaleza divina. La mente de Cristo está llena de amor, compasión y gracia. Los creyentes que tienen la mente de Cristo deben reflejar estas cualidades en sus vidas, mostrando amor incondicional, compasión por los necesitados y gracia hacia los débiles. Efesios 3:19: y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Tener la mente de Cristo nos da un profundo entendimiento de las Escrituras. Jesús interpretó y enseñó las Escrituras con autoridad y reveló su significado más profundo a sus discípulos. Cuando Jesús resucitado se le apareció a los discípulos que iban camino a Emaús lo primero que hizo fue explicarles las escrituras que se habían cumplido en su venida, podemos ver esto en Lucas 24:26-27 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Los creyentes podemos confiar en el Espíritu Santo, que mora en nosotros, para ayudarnos a entender y aplicar las Escrituras a sus vidas, guiándolos hacia la verdad y la sabiduría divina. Efesios 1:17: para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
Tener la mente de Cristo activada en nosotros es tan importante en el nuevo pacto de la gracia que el mismo Pablo nos enseña que ahora servimos a Dios con la mente y no tanto con ritos o ceremonias externas, veamos el siguiente pasaje en Romanos 7:25: Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
La palabra nos exhorta a no andar en la vanidad de la mente carnal como dice en Efesios 4:17: Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, por esta razón tener la mente de Cristo implica una transformación continua de la mente y el carácter de los creyentes. Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. )
El proceso de transformación implica la renovación de la mente. Esto significa que los patrones de pensamiento, las creencias y las actitudes que están en desacuerdo con la voluntad de Dios, tal como se revela en las Escrituras, son reemplazados por pensamientos y actitudes que reflejan la verdad y la sabiduría de Cristo. En la renovación de la mente es muy importante el estudio y la meditación en las Escrituras, sobre todo creer en el evangelio de la gracia que es el que más habla sobre la mente de Cristo, así como la oración y la comunión con Dios.
También podemos leer en Filipenses 2:5-8: «Tened este sentir en vosotros que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.»
Este pasaje destaca la actitud de humildad y servicio de Cristo, que los creyentes deben imitar, sugiriendo que demos adoptar su manera de pensar.La presencia del Espíritu Santo en la vida de un creyente trabaja para renovar sus pensamientos y actitudes, conformándolos cada vez más a la imagen de Cristo .
Esto lleva a una mente transformada que piensa, siente y actúa de acuerdo con los valores y principios del reino de Dios.
Efesios 4:22-24: «En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.»
Este pasaje destaca la renovación de la mente como parte del proceso de dejar atrás la vieja manera de vivir y adoptar la justicia y santidad de Dios.
Conclusión
Tener la mente de Cristo , como se presenta en la Biblia, no se refiere a adquirir todos los pensamientos específicos de Jesús de manera literal, como si pudiéramos conocer todos sus pensamientos, sino más bien en crecer en gracia y conocimiento de él a través de escuchar el evangelio del nuevo pacto de la gracia, creer en la obra redentora de Jesucristo y declarar el pacto para disfrutar de todos los beneficios que tenemos en la salvación que él nos dio. Es adoptar su forma de pensar, sus valores, actitudes y perspectivas.
Nadie puede decir que tiene la mente de Cristo y a la vez enseña, declara y practica cosas que van en contra de las sanas palabras de Cristo, como le aconsejó Pablo a su discípulo Timoteo en la 1 a Timoteo 6:3: Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
Que tengan un excelente día, recibo que los ojos del entendimiento han sido abierto en muchos de los que están viendo este programa sabiendo que Cristo vive en ellos y que ya no deben vivir bajo el temor sino en la libertad gloriosa de los hijos Dios. Deben estar seguros y en reposo sabiendo que tienen una poderosa cobertura espiritual que es Cristo la esperanza de gloria. Ahora son una nueva creación hecha a la imagen de Jesucristo resucitado el cual es el único mediador entre Dios y los hombres, que están reinando en vida unidos espiritualmente a su iglesia y con el poder del evangelio de Cristo en tu mente y en tu confesión, nos vemos en el próximo programa del ministerio Gracia y Verdad de Jesucristo, y por favor compartan estos programas para que otros puedan disfrutar de las riquezas en Jesucristo.